En el festival de música de Glastonbury, el mayor de Reino Unido, fueron instalados unos urinarios públicos que tienen la capacidad para generar la electricidad necesaria para encender los seis tubos led del cubículo donde está instalado usando un sistema desarrollado por científicos de la University of the West of England.
Fuente: Bristol BioEnergy Centre
“La tecnología de este prototipo se basa en celdas de combustible microbianas (MFC, por sus siglas en inglés) que, al igual que las pilas, presentan un ánodo y un cátodo”, explicó Irene Merino, investigadora del equipo junto al también español Daniel Sánchez.
Se ha planteado la idea de instalar estos urinarios en comunidades, escuelas, campos de refugiados, y baños públicos en países empobrecidos que carezcan de luz.
Estas celdas son instaladas en el interior de un contenedor al que llega la orina de los usuarios, por el momento solo varones debido al diseño de los urinarios. Dentro, las bacterias se encargan de colonizar el electrodo del ánodo y actúan como un catalizador para que se pueda descomponer la materia orgánica de la orina.
Durante la descomposición son liberados tanto protones, que viajan a través de una membrana semipermeable desde el ánodo al cátodo, como electrones, que viajan a través de un circuito eléctrico externo. Luego para completar el ciclo, en el cátodo se produce una reacción de reducción de oxígeno. Así es como se genera la energía necesaria para encender las bombillas o tubos led.
“Este proyecto está enfocado para países en vías de desarrollo, con visión para mejorar o incorporar instalaciones sanitarias, ya que este sistema, además de producir electricidad, reduce la demanda química de oxígeno (DQO), es decir, que también sirve para tratar la orina”, destaca Merino.
Hasta el momento, los investigadores sólo han realizado dos ensayos de campo. Uno en el propio campus de su universidad, con unos pocos participantes, y otro en el festival de Glastonbury, donde más de mil usuarios diarios ya lo probaron el año pasado. Los resultados fueron publicados en la revista Environmental Science: Water Research & Technology.
Cuantas más celdas, más milivatios
En los dos experimentos, la electricidad generada fue utilizada para iluminar la parte interior del cubículo donde se encontraba el urinario. El prototipo que se usó en el campus estaba constituido por 288 celdas MFC y generó unos 75 milivatios, mientras que el de Glastonbury incluía 432 celdas y produjo 300 mW. En cuanto a la eliminación de la DQO, fue superior al 95% en el dispositivo del campus y casi un 30% en el del festival.
Ahora, los investigadores están planeando probar estos urinarios en India o alguna región de África, en colaboración con Oxfam y otras organizaciones, en campos de refugiados, comunidades, escuelas y baños públicos que carezcan de luz.
“El propósito final de este proyecto es conseguir electricidad para iluminar los baños –y posiblemente también los alrededores– en las zonas empobrecidas, así como aumentar la seguridad de mujeres y niños en países en los que tienen que salir de sus casas para hacer sus necesidades”, concluye Merino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Comenta si te gustó lo que acabas de ver.