Presentado en la feria Euronaval de París, este drone rompe casi todas las convenciones de diseño submarino.
Inspirado en el cachalote, el SMX-31, este drone está fuertemente armado y soporta una amplia gama de vehículos no tripulados, e incluso puede funcionar como una nave nodriza de las fuerzas especiales navales.
El submarino también está fuertemente automatizado, con una tripulación de apenas 15 personas.
El buque carece de una vela convencional, lo que le da una apariencia orgánica, parecida a la de una ballena; de hecho, su diseño fue influenciado por el cachalote.
Tiene hidroaviones retráctiles que se pliegan en el casco, una piel de diseño hexagonal con antenas sensoriales incorporadas y un par de propulsores de impulsión (jets bomba) alojados en la popa de la embarcación.
En su interior, el submarino tiene un diseño de dos cascos, con un casco exterior más ligero e interior más pesado.
El submarino es de propulsión eléctrica, con baterías de iones de litio que proporcionan una fuente de energía en lugar de motores diesel o un reactor nuclear.
El submarino tiene silos de lanzamiento verticales en la proa y tubos de lanzamiento montados horizontalmente en la popa.
Toda esta capacidad se empaqueta en un submarino muy pequeño: Tiene sólo 229 pies de largo y desplaza 3.400 toneladas.
El submarino podrá operar en el mar durante 30-45 días, dependiendo de la capacidad de la batería, con una velocidad máxima bajo el agua de 20 nudos.
Una de las razones por las que un submarino tan pequeño puede hacer tanto es porque tiene una tripulación de sólo 15 personas.
Se desconoce la profundidad máxima de buceo, pero será de al menos 800 pies.
Este submarino también puede actuar como una nave nodriza para los vehículos no tripulados. Puede lanzar vehículos aéreos no tripulados desde un lanzador cautivo que flota en la superficie mientras el submarino permanece sumergido.