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jueves, 10 de noviembre de 2016

Investigadores del MIT convierten plantas de espinaca en detectores de explosivos.

 
Un nuevo campo de estudio llamado planta nanobionics busca Ingeniero de sistemas electrónicos en plantas para el monitoreo y detección de sustancias en el mundo que les rodea. Parece extraño, pero podría ser una valiosa herramienta para descubrir la contaminación y otros productos químicos peligrosos en el ambiente.

Fuente: MIT

Investigadores del MIT han demostrado recientemente que se pueden convertir las plantas de espinaca en detectores de explosivos. Las hojas fueron encajadas con nanotubos de carbono y la planta es capaz de comunicarse inalámbricamente con un smartphone o un Raspberry Pi.

La planta fue diseñada para detectar hexamolybdate, que son compuestos que se utilizan en las minas terrestres y otros explosivos, presentes en el agua subterránea. Si las sustancias están presentes, la planta emite una señal fluorescente que puede ser leída por una cámara de infrarrojos conectada a una Raspberry Pi o  microordenador similar, que luego enviará mensajes de correo electrónico con una alerta al usuario. Un smartphone solo también puede adaptarse para leer la señal infrarroja y enviará la alerta por correo electrónico.

Las plantas también podrían ser diseñadas para detectar otros contaminantes y químicos como el óxido nítrico de combustión, TNT y el gas de nervios sarin e incluso advierten de duras condiciones ambientales como sequía, convirtiéndose en una fuente esencial de información sobre la salud y la seguridad de nuestro mundo. Otra posibilidad es que las plantas podrían convertirse en una herramienta importante para maximizar los rendimientos de la agricultura.

"Esta es una nueva demostración de cómo hemos superado la barrera de la comunicación de planta o humano," dijo Michael Strano, profesor de Carbon P. Dubbs de ingeniería química en el MIT.

"Las plantas son muy buenos químicos analíticos. Ellas tienen una red extensa de la raíz en el suelo, en constantemente muestreo de aguas subterráneas y tienen una forma de auto-poder en el transporte de agua en las hojas."

Los investigadores han añadido los nanotubos de detección de explosivos mediante la aplicación de una solución en la parte inferior de la hoja que infundieron los nanotubos en la capa de la hoja donde ocurre la mayoría de la fotosíntesis. Cualquier hexamolybdate en el agua subterránea se dibuja dentro de la planta y detectada por los nanotubos en 10 minutos.

Una luz brilló en las hojas de instrucciones y los nanotubos de una vez  emitieron luz fluorescente y de infrarrojo cercano que luego puede ser recogida por una cámara de infrarrojos o un smartphone modificado que  tiene el filtro infrarrojo quitado. Actualmente el cambio en la fluorescencia puede ser detectado a una distancia de un metro, pero el equipo está trabajando para aumentar esa distancia.

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