NASA
Un grupo de astrónomos, dirigido por Paolo Molaro, del Observatorio Astronómico de Trieste (Italia), gracias a la sonda espacial Dawn, de la NASA, pudo detectar que unos puntos brillantes de Ceres, el más pequeño de todos los planetas enanos dentro del Sistema Solar, presentan variaciones. Ahora, los científicos debaten si proceden de hielo de agua, de sales evaporadas o si tienen algún otro origen.
En julio y agosto del año pasado, los científicos estudiaron estas manchas a través del HARPS en el Observatorio Europeo Austral. Aunque en un principio se pusieron a pensar que los cambios en las mismas se debían a un problema instrumental, pero luego de una doble comprobación observaron que las variaciones estaban más bien vinculadas a los periodos en que los puntos brillantes del cráter Occator eran visibles desde la Tierra. Hasta hoy, aún no han encontrado una explicación plausible.
Una de las hipótesis que barajan los astrónomos, indica que este cambio podría estar provocado por la presencia de sustancias volátiles que son evaporadas debido a la radiación solar. De esta manera, cuando los puntos se encuentran en el lado iluminado por el sol forman penachos que reflejan la luz solar de manera muy eficaz. Los científicos han sugerido que los penachos se evaporarían rápidamente, perdiendo así la reflectividad y produciendo el cambio observado.
De confirmarse la teoría, Ceres sería internamente activo y podría ser un lugar idóneo para albergar vida microbiana.
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