El caballito del diablo ha sido considerado como el más primitivo del mundo y se creyó extinto hace cuatro décadas. Pero un investigador gallego observó millares de estos insectos en uno de los pocos hábitats en los que se les ha detectado y ha revelado un comportamiento sexual único.
El aspecto que los hace ser más visibles al ojo humano es su comportamiento sexual. Al investigador lo sorprendió que ambos sexos exhiben continuos movimientos abdominales y rotaciones rápidas sobre el soporte en el que están apoyados.
Los dos sexos practican este movimiento aún en ausencia de interacciones reproductivas, es decir, ese comportamiento no es una exhibición ordinaria de cortejo
Al estudiar estos insectos, el científico observó que el giró único que realizan no solo se produce justo después de posarse, sino también mientras están posados.
“Pude observar a 79 hembras en periodos de 10 minutos entre las 9h y las 19h, y a la única conclusión clara que llegué es que la puesta de huevos no se realiza después de la cópula, porque machos y hembras se separan luego de aparearse”, dice el científico.
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