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miércoles, 6 de julio de 2016

¡ATENCIÓN DIABÉTICOS! El páncreas artificial se espera que llegue en 2018.

 
Recientemente han aparecido excelentes noticias para los pacientes con diabetes tipo 1: se habla de un páncreas artificial que va a  monitorear continuamente los niveles de glucosa en sangre y liberar insulina al cuerpo cuando sea necesario en un proceso  único, y que podría estar disponible en los próximos 2 años.
 

No estar seguros de tener los niveles de glucosa en la sangre ni demasiado altos ni demasiado bajos para saber con seguridad qué cantidad correcta de insulin se ha administrar,  es una tarea diaria que incluye gran presión para el paciente, y que incluso puede ponerlos aún en mayor riesgo.

Esta nueva investigación viene a plantear una solución definitiva, menos invasiva y mucho más eficaz para los pacientes con diabetes tipo 1, debido a  que eliminaría la necesidad de medir  el nivel de glucosa en sangre continuamente y el dispositivo se encargaría de administrar insulina cuando lo vea que sea necesario.

En la actualidad existen dos ensayos clínicos que están probando la eficacia y seguridad de este dispositivo (con éxito) que podría ser controlado por un smartphone. El sistema se encarga de monitorizar continuamente la glucosa y los algoritmos programados son los que van a decidir en qué momento y cuánta cantidad de insulin se ha de administrar.

“En los ensayos hechos hasta la fecha, los usuarios están muy positivos acerca de cómo el uso de un páncreas artificial les dará tiempo libre o vacaciones en su manejo de la diabetes, ebido a  que el sistema de la gestión de su azúcar en la sangre sería eficaz sin la necesidad de tener una vigilancia constante por parte del usuario”, señalan Roman Hovorka y Hood Thabit, de la Universidad de Cambridge en Reino Unido y autores del trabajo.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) actualmente se encuentra en proceso de revisión del páncreas artificial y los científicos están muy convencidos de que es posible que el dispositivo sea aprobado a principios de 2017. Por otro lado, el Instituto Nacional de Investigación para la Salud (INDH) de Reino Unido ya anunció que los sistemas de circuito cerrado podrían alcanzar el uso clínico a finales de 2018.

En realidad, todavía quedan muchos obstáculos que superar antes de que los pacientes con diabetes tipo 1 se puedan beneficiar de las bondades de un páncreas artificial debido a  que estos dispositivos podrían ser vulnerables a  amenazas de ciberseguridad, como interferencias con los protocolos wifi o  recuperación de datos no autorizada, “por lo que consideran que se deben implementar protocolos de seguridad”.

El estudio fue publicado en Diabetologia, la revista de la European Association for the Study of Diabetes.

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