La comida es el combustible más físico. Da poderes para adelgazar la mente, también pueden afectar la capacidad de un niño para aprender a leer, según han encontradado unos investigadores finlandeses.
Fuente: Internet
La comida es la herramienta más poderosa para asegurar la salud física del niño. Una dieta "limpia" que es rica en alimentos enteros, frescos y bajos en azúcar y aditivos van a ayudar a un niño a mantener un peso saludable, estar activo y enérgico, y no sufrir de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2.
Menos discutido, pero de igual importancia, es el poder que tiene sobre los alimentos el desarrollo mental. Los niños necesitan desesperadamente una dieta sana y equilibrada con el fin de pensar con claridad, para aprender de manera efectiva, a comportarse con mayor facilidad, y para relajarse, y sin embargo, este aspecto de la salud de la dieta a menudo se pasa por alto en la ráfaga de discusión acerca de la pandemia de obesidad de América del Norte.
Un estudio de la Universidad de Jyväskylä en Finlandia espera llamar la atención sobre la importancia de la alimentación de los niños por el bien de sus mentes. Publicado en el European Journal of Nutrition, el estudio evaluó el impacto de la dieta en las puntuaciones de lectura de comprensión y de ensayo y se encontró que lo que un niño come juega un papel importante en la mejora de rendimiento mental.
Hubo 161 participantes en el estudio entre las edades de 6 y 8, que asisten a los grados 1, 2 y 3 en la escuela. El consumo diario de alimentos se mantuvo de todo lo que comieron durante esos tres años en la escuela, y cualquiera que sea la dieta era más cercano a las recomendaciones estándar de la dieta del Mar Báltico y de la nutrición de Finlandia, es decir, rica en verduras, frutas y bayas, pescado, granos enteros y las grasas no saturadas y baja en la carne roja, productos azucarados, y la grasa saturada, más saludable se consideró. El rendimiento académico fue rastreado por las pruebas estandarizadas.
Los investigadores encontraron que los niños cuyas dietas eran más saludable obtuvieron mejores resultados en las pruebas que miden la comprensión de lectura en comparación con sus compañeros que no tienen una dieta lo más saludable. El estudio también encontró que los estudiantes con una alimentación sana mejoraron más rápidamente en la capacidad de grado 1 a los grados 2 y 3 que aquellos alumnos que no habían comido, así que lee.
Dice el investigador Eero Haapala, uno de los coautores del estudio:
"Otra observación importante es que las asociaciones de calidad de la dieta con habilidades de lectura fueron también independientes de los muchos factores de confusión, tales como el estatus socioeconómico, la actividad física, la adiposidad corporal y la condición física."
Aquí es una prueba más de la importancia de la alimentación de los niños también, y enseñándoles a disfrutar de una dieta fresca, variada desde una edad temprana. Al mejorar sus programas de cafetería y desayuno, escuelas podrían obtener beneficios en forma de mejores resultados de las pruebas y los estudiantes, más satisfechos se centraron, una situación de ganar-ganar para todos.
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