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viernes, 6 de enero de 2017

¡INCREÍBLE! Científicos irlandeses identifican un nuevo órgano humano.

Usted ha estado caminando por todos lados con un órgano desconocido sin darse cuenta. El mesenterio, que conecta el abdomen y el intestino, no es exactamente un nuevo hallazgo, pero los médicos pensaban que se fragmentó, en vez de continuar. 

Crédito: Discover Magazine

Ahora los científicos de la Universidad de Limerick están tratando de revertir el punto de vista de siglos de antigüedad en un artículo para explicar por qué esta pieza del cuerpo merece ser clasificada como un órgano.

Por más de 100 años, los científicos pensaban que el mesenterio se compone de varios segmentos diferentes, complejos. No es así, dice J. Calvin Coffey y D. Peter O'Leary. Encontraron que el mesenterio en realidad era "una estructura continua," según Coffey y digno de la clasificación como un órgano. El mesenterio sirve para ayudar a los órganos como el colon y el intestino delgado a mantener su forma, envolviendolos a su alrededor en una cinta de tejido. Coffey le dijo a la revista Discovery, "sin él  no se puede vivir. No hay ningún caso reportado de un Homo sapiens que haya vivido sin un mesenterio". Él y su equipo establecieron la estructura continua del mesenterio en el 2012 y desde entonces se han ido acumulando evidencias.

Crédito: Discover Magazine

Una mejor comprensión del mesenterio podría ayudar a los médicos que actúan sobre el cuerpo, dando por resultado incluso menos cirugías invasivas y complicaciones, según la Universidad de Limerick. Los pacientes podrían recuperarse más rápido y pagar menos si la comunidad médica habría tenido más conocimiento del mesenterio. Coffey dijo en un comunicado, "cuando nos acercamos como cada órgano...  podemos categorizar la enfermedad abdominal en función de este órgano."

¿Por lo tanto quien da la última palabra sobre si el mesenterio es oficialmente un órgano? Coffey le dijo a la revista Discovery que realmente no sabe. Por ahora se puede leer su artículo en la revista The Lancet Gastroenterology y hepatology, que publicó la investigación a finales del año 2016.

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