Ningún Estado miembro de la Unión Europea está parado listo para la transición al desarrollo de edificios inteligentes y aprovechar los beneficios de que una transición tal permitiría, dice un nuevo informe de Buildings Performance Institute Europe.
Según el nuevo informe del Instituto de Desempeño de los Edificios Europeos (BPIE), publicado esta semana, después de evaluar numerosos factores en toda la UE, incluyendo dinámica operatividad, capacidad de respuesta del sistema de energía, captación de energías renovables y sistemas de control dinámico y auto, ningún Estado miembro de la Unión Europea está totalmente preparado "para"tomar ventaja de los beneficios que la tecnología de los edificios inteligentes supondrá.
El BPIE define los 'edificios inteligentes' como "conectar de forma flexible e interactuar con el sistema de energía, siendo capaz de producir, almacenar o consumir energía eficientemente". Los autores del informe tienen en cuenta que, si "la acción de la construcción europea" es contribuir significativamente a lograr el objetivo climático global tras el acuerdo de París, "el entorno construido debe someterse a una profunda transformación y se convierten en inteligentes y eficientes".
Como tal, el BPIE identifica cinco pilares de un elegante entorno construido:
El informe considera que los principales países en términos de 'preparación' son Suecia, Finlandia, Dinamarca y los países bajos, cada uno de los cuales ha implementado políticas propicias. Sin embargo, según el informe, "la mayoría de los países muestra pocos avances en la apertura del mercado a la respuesta de la demanda o para favorecer la penetración de capacidad de almacenamiento de energía en los edificios". De hecho, sólo Suecia, Finlandia e Italia han completado su despliegue de contadores inteligentes para que casi todos los consumidores ahora tengan acceso a la tecnología. Y mejoras de la política europea podrían permitir una implementación más rápida de la tecnología de medidores inteligentes, esto no ha ocurrido aún, y como resultado es lento el despliegue en toda la Unión.
"Como los consumidores están en el centro de la legislación de la UE para una baja emisión de carbono, más saludable y más edificios cómodos, ellos deberían estar facultados para tomar el control sobre su consumo de energía y la producción," dijo Oliver Rapf, Director Ejecutivo de BPIE. "Los edificios inteligentes y eficientes pueden brindar beneficios directos para los ciudadanos en cuanto a facturas de energía más bajas y viviendas más confortables y mayores beneficios para la economía europea, provocando innovación y creación de nuevas oportunidades de trabajo".
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