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lunes, 15 de mayo de 2017

Increíble arquitectura de botellas de plástico soporta terremotos en Taipei.

La arquitectura plástica de la botella es fantástica en convertir un problema en una oportunidad respetuosa del medio ambiente. El asombroso EcoArk en Taipei, Taiwán es uno de esos ejemplos. 



¡Construido a partir de 1.500.000 botellas de plástico reciclado, este pabellón masivo es sorprendentemente lo suficientemente fuerte para soportar las fuerzas de la naturaleza, incluyendo incendios y terremotos! Diseñado por el arquitecto Arthur Huang, el pabellón de nueve pisos $3.000.000 USD está alimentado por energía solar y fue construido para el mantra de "reducir, reutilizar y reciclar".

Construido para su uso como sala de exposiciones durante la Expo Flora International de Taipei 2010, el pabellón EcoArk continúa difundiendo su mensaje de sostenibilidad durante siete años. Aunque Taiwán es el hogar de uno de los programas de reciclaje más respetados del mundo, el país consume una friolera de 4.500.000 botellas de PET al año. Para difundir la conciencia sobre los desechos plásticos,  Far Eastern Group, uno de los mayores productores mundiales de productos para mascotas, encargó al arquitecto y fundador de Miniwiz, Arthur Huang, diseñar y construir la EcoArk ecológica.


Como el primer edificio del mundo de su clase, EcoArk es una hazaña arquitectónica increíble. La clave para el diseño de EcoArk consistía en ladrillos polli, un bloque hueco de construcción de PET reciclado desarrollado por Miniwiz. Los ladrillos polli fueron fabricados a partir de más de un millón de botellas de plástico recicladas fundidas en pellets de PET y rediseñadas en una nueva forma parecida a una botella. Los ladrillos polli moldeados por soplado, presentan característica de enclavamiento que cupieron firmemente junto como los legos y requiere solamente una pequeña cantidad de sellante de silicio.

Una vez montados en paneles rectangulares planos, los ladrillos de polli están recubiertos con una película resistente al fuego y al agua. La fachada curvada y transparente del EcoArk está formada por estos paneles modulares atornillados y montados sobre un bastidor de acero estructural. Aunque el EcoArk pesa la mitad de los edificios convencionales, es resistente a los terremotos y tifones, y puede soportar vientos sostenidos de hasta 130 kilómetros por hora.


El uso de botellas plásticas recicladas no es la única característica respetuosa del medio ambiente del EcoArk. El pabellón se construyó con técnicas de construcción de bajo carbono para mantener una huella de carbono cero durante la operación. El edificio se mantiene fresco sin aire acondicionado gracias a la ventilación natural. El aire dentro de los ladrillos polli también proporciona aislamiento del calor y el agua de lluvia se recoge y se reutiliza para enfriar el edificio. La transparencia de los ladrillos polli permite que la luz natural ilumine el interior durante el día. Los sistemas solares y eólicos generan la electricidad necesaria para alimentar 40.000 luces LEDs que iluminan el edificio en la noche.

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