Investigadores encuentran que los protectores solares se vuelven tóxicos cuando se exponen al cloro.

Muchas personas son rápidas en buscar y aplicar su protector solar antes de salir al aire libre en el verano, pero ahora puede que no sea una gran idea, especialmente para los nadadores. 

La nueva investigación revela que la protección solar se vuelve tóxica cuando se expone al cloro, a veces resultando en disfunciones renales y hepáticas, así como trastornos del sistema nervioso.

El estudio, realizado por la Universidad Estatal de Lomonosov de Moscú, fue publicado en la revista Chemosphere. 

Según los informes, los investigadores se sorprendieron al descubrir que el cloro — un producto químico comúnmente utilizado en Estados Unidos y el Reino Unido para desinfectar el agua matando a las bacterias — descompone la crema en otros productos químicos potencialmente peligrosos.

Específicamente, el ingrediente avobenzona es lo que se descompone en componentes peligrosos cuando se mezcla con agua clorada. 

El avobenzona fue aprobado por la FDA en 1988 debido a su capacidad de absorber la luz ultravioleta convirtiendo la energía de la luz en energía termal. 

Cada año, es aplicado regularmente por millones de personas en todo el mundo, lo que hace que este hallazgo sea muy preocupante.

El Dr. Albert Lebedev, autor del estudio, dijo, "sobre la base de los experimentos uno podría hacer una conclusión que un compuesto generalmente seguro se transforma en el agua y forma productos más peligrosos." 

"A pesar de que no existen perfiles toxicológicos precisos para los productos más establecidos, se sabe que los acetilbencenos y fenoles, especialmente los clorados, son bastante tóxicos."

Los científicos ahora están buscando  una alternativa adecuada para el avobenzona que no se descomponga cuando se expone a la cloración o bromación de agua fresca y de mar. 

"El estudio de los productos de la transformación de cualquier cosmético popular es muy importante, ya que muy a menudo resultan ser mucho más tóxicos y peligrosos que sus predecesores", dijo Lebedev. 

"En principio, basándose en tales investigaciones, se podrían obtener resultados, que podrían restringir o incluso poner bajo una prohibición el uso de uno u otro producto, y preservar la salud de millones de personas".