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martes, 4 de septiembre de 2018

Las abejas son adictas a los pesticidas, así como los fumadores a la nicotina.

Según un estudio reciente, las abejas han desarrollado una comparación con las plantas que contienen pesticidas. 



La afinidad que muestran las abejas es muy parecida a una adicción a la nicotina de los cigarrillos. 

Aparentemente, mientras más polen con pesticidas ingieren las abejas, más anhelan las alternativas contaminadas. 

El néctar contaminado es muy dañino para las abejas y, desgraciadamente, los investigadores están encontrando mayores cantidades que antes entrando en las colonias de abejas.

Para poder conseguir estas conclusiones, un equipo de investigación británico llevó a cabo una serie de estudios durante períodos de 10 días, ofreciendo a 10 colonias de abejas diferentes acceso tanto a soluciones de azúcar puro como a un compuesto que contenía neonicotinoides o neónicos. 

Sobre la exposición extensiva, las abejas preferían cada vez más el azúcar con sabor a pesticidas en lugar de la alternativa natural.

Richard Gill, investigador del Departamento de Ciencias de la Vida del Imperial College de Londres explicó: "Curiosamente, los neonicotinoides atacan a los receptores nerviosos de los insectos que son similares a los receptores atacados por la nicotina en los mamíferos. Aunque los neonicotinoides son polémicos, si no se entienden los efectos de los sustitutos sobre los insectos no objetivo, creo que es sensato que aprovechemos los conocimientos actuales y los estudios adicionales para proporcionar orientación sobre el uso más responsable de los neonicotinoides, en lugar de una prohibición categórica".

Los investigadores van a seguir experimentando con las abejas, de acuerdo al científico principal Andrés Arce, parte del mismo departamento del Imperial College que Gill. 

La amplia investigación tendrá importantes implicaciones para las prácticas agrícolas en la UE y en América del Norte. 

La UE ya impuso una prohibición parcial de la neónica en el 2013 después de que se descubrieran pruebas de que podían tener un efecto adverso en las colonias de abejas. 

A partir de hoy, la prohibición se ha extendido a todos los cultivos que no se cultivan en invernaderos. 

Canadá ya ha tomado medidas para prohibir el plaguicida este año, y los EE.UU. le seguirán en el futuro cercano.

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