Con 3,7 millones de kilómetros cuadrados, la cuenca del Congo contiene algunos de los bosques tropicales más grandes y grandes humedales del planeta. Enterrado en este impresionante desierto están las turberas de Cuvette Centrale, pantanos recientemente descubiertos y asignados que pueden contener 30 billones de toneladas de carbono. Esto hace de la curvette central uno de los ecosistemas de la tierra más ricos en carbono, que necesita desesperadamente la protección para evitar la liberación del equivalente a 20 años de las emisiones de carbono de los Estados Unidos.
Las turberas de la Cuvette Centrale primero fueron descubiertas hace cinco años por un equipo de investigación de UK-Congo, cuya investigación, basada en el valor de tres años de datos de análisis y de satélite de turba, fue publicado en Nature el miércoles. "Estas turberas mantienen casi el 30% de carbono de las turberas tropicales de todo el mundo," dijo el líder Co Profesor Simon Lewis de la Universidad de Leeds. "Nuestra investigación muestra que la turba en la cuenca del Congo central cubre una cantidad colosal de la tierra. Es 16 veces mayor que la estimación anterior y es la única turbera más grande compleja encontrada en cualquier lugar en el Trópico". Más comúnmente en climas más fríos, como Escocia, donde se utiliza para sabor escocés, la turba está formada por materiales vegetales empapados, parcialmente descompuestos. En orden para almacenar el carbono, la turba no debe secar. Si lo hace, debido al clima cambio o disturbio de la tierra, la descomposición de la materia continuará y el carbono se liberará en la atmósfera.
Sólo recientemente descubiertas, las turberas de la Cuvette Centrale no han sido todavía alteradas. Sin embargo, su protección es de suma importancia para reducir el impacto del cambio climático. "El mantenimiento y la protección de este complejo, junto a la protección de nuestros bosques, las turberas pueden ser gran aporte de África central para el problema del cambio climático global," dijo Dr. Ifo Suspense, coautor del estudio e investigador en Université Marien Ngouabi en Brazzaville.
Además de su valor como un sumidero de carbono, la cuenca del Congo es también de gran valor ecológico ya que es hogar de gorilas, elefantes, okapis y otros grandes mamíferos amenazados por la deforestación. La República del Congo está considerando una expansión de su reserva comunitaria de Lac telé para proteger un adicional de 50.000 kilómetros cuadrados de bosques pantanosos, muchas de las cuales son las turberas. A medida que los gobiernos y científicos protegen las turberas y el planeta, uno no puede quedar menos que estar atemorizado. "Es sorprendente que en el 2016 descubrimientos como éste pueden todavía ser hechos," dijo la co-líder del estudio Dr. Greta Dargie de University College London.
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