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martes, 9 de mayo de 2017

Nuevo semiconductor biodegradable podría hacer de la basura electrónica una cosa del pasado.

Se espera que este año se desperdicien 50.000.000 toneladas de electrónica, según un informe del programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente. Un equipo de la Universidad de Stanford estaba preocupado por la creciente epidemia de e-waste o basura elestrónica, por lo que crearon un semiconductor – un componente en la mayoría de nuestros aparatos electrónicos – que en realidad pueden ser descompuestos con un ácido débil como el vinagre.

Crédito: Stanford University


Nueve investigadores de Stanford, unidos por un científico de Hewlett Packard Labs y dos ingenieros de la Universidad de California, Santa Bárbara, se propusieron repensar la electrónica. El ingeniero Zhenan Bao, que encabeza el grupo de investigación de Bao en Stanford, dijo que encontraron inspiración de la piel humana. La piel se estira, puede curarse, y es en última instancia biodegradable. Los investigadores quisieron tomar estas características y aplicarlas a la electrónica.

Crearon un polímero flexible capaz de descomponerse. El compañero de postdoctorado Ting Lei dijo que es el primer "polímero semiconductor que puede descomponerse". Pero eso es sólo una parte de un semiconductor. El equipo también diseñó un circuito electrónico degradable y un material de sustrato biodegradable.

Utilizaron el hierro-un producto no tóxico, respetuoso del medio ambiente-en vez del oro usado generalmente para los componentes electrónicos. Hicieron un substrato tipo papel con la celulosa; el sustrato transparente permite que el semiconductor se adhiera a superficies ásperas o lisas, como en un aguacate como se ve en la imagen de arriba o en la piel humana. El semiconductor podría incluso ser implantado dentro de un cuerpo. Según Stanford, "cuando el dispositivo electrónico ya no es necesario, todo el asunto puede biodegradarse en componentes no tóxicos".

El equipo prevé un número de usos para sus semiconductores, como en la electrónica usable. Podrían ser hechos en remiendos permitiendo que la gente rastreara su presión arterial, por ejemplo, o podría ser tirado vía el plano en un bosque para examinar el paisaje, y eventualmente ellos se biodegradarían en vez de tirarlos al ambiente.

El Acta de la revista de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América publicó la investigación en línea a principios de mayo.

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