Nuevas investigaciones han revelado fascinantes detalles sobre los aborígenes australianos y los isleños del Pacífico, que según expertos, llevan material genético de una especie humana desconocida.
La nueva investigación sugiere que las personas de Papua Nueva Guinea y el noreste de Australia tienen rastros de ADN pertenecientes a una especie humana no identificada y extinguida.
Aparentemente, todavía hay mucho que los genetistas y los científicos no entienden acerca de este momento crucial en la historia humana, y parece que la investigación sobre el tema está planteando más preguntas que respuestas.
En el 2016, los investigadores de la escuela de medicina de Harvard publicaron los hallazgos de un estudio exhaustivo del genoma humano de todas las áreas del mundo y descubrieron algo asombroso sobre la población aborigen australiana.
Parecen tener marcadores genéticos que indican que son descendientes de una especie humana aún no identificada.
"Nos falta una población, o estamos malinterpretando algo acerca de las relaciones," le dijo Ryan Bohlender, genetista estadístico de la Universidad de Texas, a Tina Hesman Saey en Science News.
Bohlender y sus colegas han estado investigando la cantidad de ADN del homínido extinto que los humanos modernos todavía llevan hoy. Para sorpresa de muchos, dicen que han encontrado discrepancias en estudios anteriores que sugieren que nuestra mezcla con los neandertales y Denisovans no es toda la historia evolutiva.
Se cree que entre 100.000 y 60.000 años atrás, nuestros antepasados emigraron de África, haciendo contacto con otras especies de homínidos que habitan la masa euroasiática. Los expertos creen que este contacto dejó una huella en nuestra especie que todavía está presente hoy.
"Nuestro objetivo principal es entender cómo nuestra raza llegó al punto donde está," pero para hacer eso, primero debemos estudiar el ADN de las tribus antiguas ", explicó Mallick Swapan, científico líder del estudio, y un experto que ha estado estudiando los orígenes del gen humano en la mayor parte de su carrera.
Explicó que el nuevo estudio reunió los datos genéticos de 142 diferentes poblaciones humanas esparcidas por todo el mundo que estaban subrepresentadas en los estudios a gran escala hasta el momento.
Según Swapan, la revelación más increíble de este nuevo estudio es que el código genético de los aborígenes australianos muestra que llevan marcadores de ADN que indican una mezcla de mestizos antiguos con una especie "humana" desconocida.
Aunque fue sospechado inicialmente que los marcadores inusuales de la DNA pudieron indicar que los antepasados aborígenes se intercriaron con la especie antigua elusiva conocida como Denisovans, esta hipótesis resultó ser incorrecta.
Después del análisis, los científicos descubrieron que los marcadores de ADN eran distintos de los marcadores Denisovan, llevándolos a la conclusión de que habían encontrado rastros de una forma enteramente nueva de la especie humana antigua.
Se sabe que los pueblos nativos de Australia son descendientes de las primeras personas que llegaron al continente desde África hace unos 50.000 años.
Se ha asumido que los aborígenes fueron aislados del resto del mundo por miles de años y por lo tanto los científicos pensaron que su código genético sería relativamente homogéneo.
Sorprendentemente, este resultó no ser el caso.
"Las firmas genéticas de un aborígen australiano de Australia oriental y Australia occidental son tan diferentes como las de una persona de Europa y una persona asiática", dijo Swapan.
La increíble diversidad en el código genético de los pueblos nativos de Australia, además del peculiar marcador genético que indica que se intercriaron con una especie humana desconocida en el pasado, indica que todavía hay mucho más que descubrir sobre la historia antigua de la humanidad.
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