Quizás algunos recuerden cuando a principios de este año, una foto viral en Facebook mostraba una tienda de ropa en Francia destruyendo prendas de vestir lo cual desató una gran indignación.
A raíz de ese caso, el grupo Emmaus con sede en París se involucró en el caso.
Esta organización que trabaja arduamente para poner fin a la falta de vivienda comenzó a abordar el dilema de la vestimenta, y una reciente hoja de ruta económica del gobierno está proponiendo una solución: prohibir que las tiendas boten ropa no vendida.
El plan de economía circular de Francia exige la aplicación de los principales principios de la batalla contra los desechos alimentarios para la industria de los textiles para el 2019; una ley del 2016 requiere que las tiendas de comestibles donen alimentos en lugar de tirarlos a la basura.
El gobierno dijo en la hoja de ruta que su objetivo es asegurar que los textiles no vendidos "no se descarten ni se eliminen".
Esto quiere decir que Francia podría prohibir que las tiendas boten ropa que no se vende.
En todo caso, ahora las tiendas de ropa podrían tener que donar las mercancías no vendidas.
La directora general de Emmaus, Valérie Fayard, dijo a la compañía de investigación local Novethic, aunque los detalles no están claros todavía, ya que esta es una presentación de la hoja de ruta, es una buena noticia.
Ella dijo, "la fecha límite de 2019 permitirá al gobierno iniciar un inventario de la situación, calcular el número de toneladas descartadas, los procesos puestos en marcha por las marcas, y las dificultades".
Se calcula que Europa bota 4 millones de toneladas de ropa cada año. Y al mismo tiempo, 5 millones de toneladas se colocan en el mercado.
Francia es uno de los mercados de moda más grandes de Europa, pero botan 700.000 toneladas de ropa por año y sólo reciclan 160.000 toneladas.
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