La llamada “Revolución Verde” ocurrida en los años 60 y 70 ayudó en gran manera a alimentar a millones de personas en todo el mundo gracias al uso de fertilizantes. Pues ahora, un grupo de investigadores ha informado en la revista ACS Nano una forma bastante sencilla de hacer un fertilizante benigno y mucho más eficiente que podría contribuir a una segunda revolución alimentaria.
Fuente: Internet
A menudo, los agricultores utilizan la urea, una fuente rica de nitrógeno, como fertilizante. Sin embargo, su defecto es que se descompone rápidamente en suelo húmedo y forma amoníaco. El amoníaco entonces es arrastrado, creando un grave problema ambiental, ya que conduce a la eutrofización de manantiales de agua y finalmente pasa a la atmósfera como dióxido de nitrógeno, el gas principal de efecto invernadero asociado con la agricultura.
Esta descomposición rápida también limita la cantidad de nitrógeno que puede ser absorbido por las raíces de los cultivos y que requiere que los agricultores apliquen más fertilizantes para así poder aumentar la producción. Sin embargo, en las regiones que tienen bajos ingresos donde las poblaciones continúan creciendo y el suministro de alimentos es más que inestable, el costo del fertilizante podría obstaculizar las aplicaciones adicionales y dañar los rendimientos de los cultivos.
Nilwala Kottegoda, Veranja Karunaratne, Gehan Amaratunga y sus colegas buscaban encontrar una forma de poder frenar la descomposición de la urea y hacer que una aplicación de fertilizante durara mucho más tiempo.
Para lograrlo, los investigadores desarrollaron un método simple y escalable para entonces recubrir nanopartículas de hidroxiapatita (HA) con moléculas de urea. El HA es un mineral que se encuentra en los tejidos humanos y animales y es considerado respetuoso con el medio ambiente.
Nilwala Kottegoda, Veranja Karunaratne, Gehan Amaratunga y sus colegas buscaban encontrar una forma de poder frenar la descomposición de la urea y hacer que una aplicación de fertilizante durara mucho más tiempo.
Para lograrlo, los investigadores desarrollaron un método simple y escalable para entonces recubrir nanopartículas de hidroxiapatita (HA) con moléculas de urea. El HA es un mineral que se encuentra en los tejidos humanos y animales y es considerado respetuoso con el medio ambiente.
En el agua, la hibridación de las nanopartículas de HA y la urea proceden a liberar lentamente nitrógeno (unas 12 veces más despacio que la urea por sí misma). Las pruebas de campo iniciales que se realizaron en las granjas arroceras mostraron que el nanohidróxido de HA-urea pudo reducir la necesidad de fertilizante a la mitad. Los investigadores han dicho que su desarrollo podría ayudar a contribuir a una nueva revolución verde para poder ayudar a alimentar a la creciente población mundial y también hacer una mejora en la sostenibilidad ambiental de la agricultura.
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