Como ya han leído antes, los agujeros negros son enormes, ineludibles y quizás no exista otra fuerza más poderosa en el universo.
Buenos, pues de acuerdo a un nuevo estudio del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, los agujeros negros podrían poseer el más terrorífico de los poderes. Podrían tener la capacidad de resucitar a los muertos. Pero cuidado, no vayas tan rápido, podrían resucitar a los muertos siempre y cuando se trate de una enana blanca.
Para tu información, las enanas blancas son remanentes muy densos del núcleo estelar. Vienen siendo la última etapa evolutiva para las estrellas más pequeñas que no pueden convertirse en neutrones a medida que mueren.
Se les llama enanas blancas porque están tan llenas de energía térmica que emiten un resplandor tenue.
Muy calientes cuando se forman, se enfrían gradualmente con el tiempo ya que carecen de cualquier forma de sostener una reacción.
Los científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore se preguntaban qué podría pasar si una enana blanca entrara en contacto con un agujero negro de masa intermedia, algo más pequeño que un agujero negro supermasivo pero no menos destructivo.
Utilizando una supercomputadora para ejecutar cientos de simulaciones, llegaron a la conclusion de que, en los momentos antes de que el agujero negro hiciera trizas a la enana blanca, la enana blanca podía volver a encenderse para convertirse en una estrella apropiada.
El proceso sería de esta forma: La materia estelar se fusionaría en cantidades variables de calcio y hierro. Esto crearía una forma de nucleosíntesis.
Dada la enorme fuerza de atracción gravitacional del agujero negro, se desencadenaban olas de movimiento dentro de la enana blanca a medida que ésta se extendía hacia el agujero negro, devolviéndole la vida.